Segunda Revolucion de la química

Durante la Edad Media y el Renacimiento los alquimistas estudiaron las características y las propiedades de los materiales mediante la observación y la experimentación; con sus hallazgos sentaron las bases de la Química moderna. Éste fue sólo el principio, pues las características de los elementos químicos no se empezaron a describir sino hasta los albores del siglo xix. La Química de entonces era una ciencia joven y no existía ningún tipo de acuerdos en torno a los conceptos químicos básicos. Ante esta situación, un reconocido químico de la época, August Kekulé, y otros compañeros suyos, decidieron organizar una reunión internacional para analizar y aclarar el significado que darían a diferentes conceptos. 


El 3 de septiembre de 1860, se reunieron 140 químicos en el salón de actos de la Cámara Estatal de Karlsruhe, pequeña ciudad al sur de Alemania. A este Primer Congreso Internacional de Química asistieron el italiano Stanislao Cannizzaro y el ruso Dimitri Mendeleiev, cuyos trabajos habrían de contribuir a sistematizar y profundizar el conocimiento de los elementos químicos.

Hacia finales del siglo XIX  se conocían 60 elementos diferentes y algunos de ellos exhibían propiedades físicas y químicas similares, fue entonces que comenzaron a generar  diferentes sistemas de clasificación  que representaban  los elementos separados en diferentes grupos o familias esquematizados en una tabla. En 1869 el químico Ruso Dimitri Mendeleiev elaboro una propuesta que resulto muy útil y exitosa por su capacidad predictiva.

Dimitri Mendeleiev, escribió en tarjetas individuales todas las características conocidas de cada elemento: su símbolo, su masa atómica y su capacidad de combinación con otros elementos (que hoy conocemos como valencia).
Durante nueve años buscó la mejor manera de organizar sus tarjetas. Al final, las ordenó empezando con los elementos que tienen menor masa atómica. De esta manera, observó que cada ocho tarjetas reaparecían ciertas propiedades químicas; por ejemplo, el litio, el sodio y el potasio (que ocupan los lugares 3, 11 y 19) son metales que reaccionan con mucha facilidad. Al hecho de que las propiedades de los elementos se repitan cada cierto número de lugares lo llamó periodicidad.
En ésta, distribuyó los diferentes elementos en una tabla con doble entrada en la que formó siete grupos verticales o familias, de acuerdo con el orden creciente de sus masas atómicas y varios periodos horizontales en los que los elementos se colocaron de acuerdo al orden creciente de sus valencias,

Posteriormente, en 1869, Mendeleiev organizó una tabla con todos los elementos químicos conocidos hasta ese momento, basándose en sus masas atómicas. Sin embargo, en esta primera tabla quedaron algunos lugares vacíos. Mendeleiev supuso que estos “huecos” correspondían a elementos no descubiertos hasta entonces, y se dedicó a predecir, con cierto detalle, las propiedades de aquellos elementos desconocidos.

El desarrollo de la tabla periódica no hubiera sido posible sin el conocimiento de la masa atómica, establecida por el químico italiano Stanislao Cannizzaro (1826-1910) para los 60 elementos que hasta entonces se conocían Este químico suponía que si los átomos son indivisibles, entonces en una molécula deberían existir necesariamente un número entero de cada tipo de átomos presentes en dicha molécula. Y si se conociera la masa atómica de cada uno de los elementos presentes en una molécula, se podría saber con facilidad la masa total de la molécula en estudio.
A partir del conocimiento de los pesos atómicos de los elementos, y de la manera en la que se obtenían, muchos cientí
ficos se
dieron a la tarea de encontrar la manera más adecuada para organizar los elementos conocidos hasta ese momento. Así, por ejemplo, el sistema propuesto por Cannizzaro, asignaba al oxígeno una masa atómica relativa de 16 unidades de masa atómica (uma) y al hidrógeno 1.


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